Cualquier persona capaz, puede dejar sentado (por escrito o por cualquier otro medio que luego pueda ser usado como prueba), cuáles son sus intenciones con respecto al destino de su cadáver y las prácticas mortuorias a aplicársele.
Si la persona no ha dejado ninguna instrucción, la Ley de Trasplante de Órganos y Materiales Anatómicos (24.193 y mod.), prevé una presunción a favor de la donación de órganos y tejidos.
Al respecto, establece que la ablación (extirpación) de órganos y tejidos de cadáveres humanos para su implantación en seres humanos, podrá efectuarse respecto de toda persona capaz mayor de 18 años que no haya dejado constancia expresa de su oposición, la que será respetada, cualquiera sea la forma en la que se hubiere manifestado.
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